lunes, 1 de abril de 2013

La Punta del Diamante y Gran Capitán

Hoy vamos hacer un dos por uno, y es que vamos a tratar dos puntos de Sevilla que se encontraban en una misma calle, La Punta del Diamante y Gran Capitán, y ustedes se estarán preguntando que de que es lo que les estoy hablando, pues miren, miren...


Lo que ven es una impresionante panorámica del centro de Sevilla con un montón de edificios y calles ya desaparecidas, pues bien, céntrense por favor en lo que les he rodeado con un circulo rojo, eso que ven es la Avenida de la Constitución, antes Gran Capitán, y lo que esta dentro del circulo era esa vieja estrechez que conectaba antaño la Avenida con el sector del Ayuntamiento, en esa estrechez estaba la Punta del Diamante...


Si se fijan en la fotografía, el apodo del lugar viene tomado del comercio que hacia esquina en la Calle Alemanes con Gran Capitán, "El Diamante",  al estar en dicha esquina era la la punta de la calle, de ahí La Punta del Diamante. Para que ubiquen bien el lugar y entiendan a lo que me refiero con la vieja estrechez de la Avenida observen esta comparativa...


Piensen que esa estrechez no se producía solo ahí, sino que antiguamente lo que hoy conocemos como "La Avenida" no tenía mucho mas de ocho metros de ancho, pero los sucesivos derribos y ensanches dieron como fruto que tan solo este ultimo tramo de Alemanes hasta el Ayuntamiento mantuviera esa angostura tan inusual...


Imaginen lo que tenia que ser el entrar por esa calle tan estrecha y toparse de pronto con la impresionante fachada plateresca del Ayuntamiento y la imponente mole del desaparecido Convento de San Francisco...


Y ni les cuento la impresión que tenia que producir cuando contemplabas las cofradías atravesando esa callecita en busca de la Santa Iglesia Catedral, cuanto menos la estampa tenia que ser impresionante...


Pero como ya sabemos tres y solo tres fueron los verdugos de esa Sevilla romántica perdida en el recuerdo de los soñadores, una la I República, la segunda el regionalismo y por ultimo esa detestable arquitectura del franquismo tardío...


La que se encargo de borrar esta hermosa y recoleta estrechez fue el regionalismo, ese que ahora estamos maltratando y que en su día hecho abajo media Sevilla para levantarla mediante ladrillo visto y azulejo...


Piensen que a raíz de este derribo vino ese pequeño ensanche hasta el Ayuntamiento y con el la Adriática de Espiau y esas casas palacio  de Talavera o Anibal Gonzalez..


Espero que con este breve repaso hayan conocido, comprendido y entendido lo que fue para la ciudad el Gran Capitán y la Punta del Diamante, nombres que antaño fueron referencia para muchos sevillanos y que hoy por hoy han caído en ese gran saco del olvido que por desgracia tenemos...


Julio Morillo Lorite
Miranda Priego Lorente

6 comentarios:

Anónimo Castellano dijo...

Por lo que vemos, esto de tirar barrios enteros para hacer nuevas arterias no se dio solamente en la Gran Vía de Madrid.

Es una lástima que se esté perdiendo la identidad de las ciudades de esta manera. Gracias por ayudarnos a ver lo que hemos perdido para tomar conciencia de ello.

Un saludo. Anónimo Castellano.

Cornelio dijo...

Otra maravillosa entrada.

Ahora, descafeinada, como su nuevo nombre indica.

Génova dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Génova dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Génova dijo...

Magníficas fotografías! Y estupendo reportaje! Os dejo enlace donde podéis ver más fotos del pasado de esta misma zona: http://goo.gl/0k5V1. Saludos.

Mari Carmen dijo...

Pues conocido, comprendido, y entendido es tu valiosísimo testimnonio para los que vivimos otra Sevilla y denuncia muy positiva para los que no la vivieron, a fin de proteger y defender lo que aún nos queda.

Desde esta magnifica tribuna hay que poner en su sitio a las nefastas personas que no solo lo permitieron, sino que lo alentaron.

Sugiero añadir los gobernernentes del momento, de las respectivas monstruosidades cometidas. Para mí es otro dato tan valioso como la misma denuncia, (es sólo una idea).

Te valoro y admiro por tu positiva y noble labor.

¡¡¡Olé olé y requeteolé!!!

Saludos afectuosos

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